La capacidad oscila entre 7 y 4.000 m3, dependiendo del diámetro(que varía entre 3 m y 30,5 m) y la altura (desde 1,25 m hasta 12 m). Ver tablas de medidas y capacidades. Para conseguir la capacidad deseada en un espacio limitado se pueden construir varios depositos alineados o agrupados conectados entre sí.
Los tanques se construyen con planchas de acero galvanizado de 2,5 m de largo por 1,25 m de ancho que solapan unas sobre otras. Las planchas, cuyo espesor está en función del diámetro y la altura del depósito, se fabrican conforme a las normas EN 10142 y EN 10111 1998. Las chapas tienen punzonado todo su perímetro para acoplar perfectamente en obra sin necesidad de mecanización posterior. Este ensamblaje se hace con tornillos especiales dispuestos con la cabeza redonda al interior y la tuerca al exterior.
La superficie interior (en depósitos de masilla) se cubre con una pintura bituminosa de color negro que protege la chapa del contacto directo con el agua y oscurece el interior para reducir la aparición de microorganismos. En caso de agua potable o aguas con altos índices de corrosión, el interior se recubre con un revestimiento elástico de poliuretano con gran resistencia a la abrasión.
Las planchas, cuyo espesor está en función del diámetro y la altura del depósito, se fabrican conforme a las normas UNE-EN-10130. Los perfiles están sometidos a tratamiento de galvanizado continuo que supera los 275 grs de zinc por m2 según norma EN 10142. El resto de las piezas: planchas, tornillería y bridas se galvanizan en caliente (Z600) conforme a las normas EN 1461
